La portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, indicó hoy en el pleno de la Cámara Autonómica que la gestión del Gobierno de Canarias del Ingreso Mínimo Vital «es un absoluto fracaso» que demuestra que «con eslóganes no se supera la pobreza«. Navarro recordó que los pobres han crecido un 49% durante el mandato de Torres hasta alcanzar las 373.000 personas.
En su intervención, la representante del Partido Popular insistió en que el sistema de protección social del Gobierno «es un fiasco», pues el Ingreso Mínimo Vital deja sin atender a 330.000 personas y Canarias es la comunidad autónoma con más población en pobreza severa.
Además, agregó que la tramitación es una «absoluta tortura», hasta el punto de que dos de cada tres solicitantes «ni lo hacen» y hay 10.000 expedientes sin tramitar, y entre quienes lo consiguen, «se deniegan ocho de cada diez, es la verdadera realidad«.
Ante esta inaceptable circunstancia, ha pedido a Torres que «actúe» y busque recursos para cubrir lo que no alcanza el IMV «o será usted el que empuje al abismo de la desesperanza a 337.000 canarios que malviven con 300 euros. A mí, esto no me dejaría dormir». concluyó.
En la respuesta a su pregunta, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, estimó que su gobierno pretende que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) llegue a unas 37.000 personas en Canarias, lo que supone más de 17.000 familias, si bien ha lamentado que debió plantearse «muchísimo antes» para avanzar en la justicia social.
El titular del ejecutivo justificó el retraso en que el IMV se aprobó en un «momento dificilísimo» debido a la crisis económica impulsada por la pandemia sanitaria y fue una medida contraria a la del último Gobierno del PP, basado en los recortes, la reforma laboral y la subida de impuestos y que fue «un martirio» para las islas.
El presidente reconoció que hay personas que no acceden al IMV porque superan los límites salariales y que la pobreza ha aumentado por la crisis sanitaria, pero la pandemia arrancó con 231.000 personas en ERTE y ahora hay 28.000 personas, que son «28.000 desgracias» pero es un mecanismo que hace que «la gente tenga esperanza» porque mantienen su relación laboral con su empresa. «Con ustedes hubiesen ido al paro», recriminó a los populares.