El Instituto Volcanológico de Canarias informa en su cuenta oficial de Twitter de la aparición de una nueva colada en la zona sur del cono del volcán de La Palma.
El nuevo río de lava discurre en dirección opuesta a los que ya han destrozado parte de los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane y se dirige hacia la zona de Las Manchas, una de las primeras en ser evacuadas desde el comienzo de la erupción el pasado 19 de septiembre por encontrarse muy cerca del volcán, pero que no había sido afectada hasta el momento.
Este nuevo camino era esperado después de que ayer a mediodía se produjera una nueva rotura del cono principal que desde entonces distribuye el aporte lávico en varias coladas y direcciones. Entre ellas, la primera, la que llegó al mar y que se encontraba totalmente parada.
A pesar de que el Pevolca indicaba ayer que la calidad del aire fuera del área de exclusión del volcán sigue estando en niveles saludables, los vecinos del Valle de Aridane son muy conscientes de la emisión de dióxido de azufre asociado al penacho volcánico, que mantiene valores muy altos y que ayer por la tarde se percibían como muy intensos.
Las condiciones meteorológicas estimadas para la jornada de este domingo prevén un escenario favorable para la operatividad aeronáutica. El Aeropuerto de La Palma lleva operativo varios días y todos los recintos aeroportuarios de Canarias trabajan con normalidad.
Se ha registrado un aumento de la intensidad sísmica. De hecho, ayer sábado se localizó el terremoto de mayor magnitud, 4.9, desde que se inició el enjambre sísmico como consecuencia de la erupción volcánica. El epicentro fue a unos 38 kilómetros de profundidad al sureste de La Palma y fue muy sentido por la población.
El satélite europeo Copérnicus actualizó a primera hora de este domingo sus datos y señala que hasta el momento se ha destruido un total de 891,9 hectáreas, afectando o destruyendo hasta el momento 2.270 edificaciones, 2.143 han sido destruidas y 127 han sufrido daños; mientras que respecto 65 kilómetros de vías han sido destruidas por el volcán y otros 3,5 kilómetros podrían tener daños.