El Gobierno mauritano ha informado hoy del rescate de siete personas en una patera que partió a primeros de agosto con más de 50 inmigrantes rumbo a Canarias. El resto de ocupantes de la embarcación, más de cuarenta, murieron al quedarse sin comida ni agua.
Los inmigrantes, mayoritariamente senegaleses y malienses, sufrieron la rotura del motor de la patera por lo que quedaron a la deriva.
Tras pasar varios días a merced de las olas, las provisiones de alimentos y de agua potable se acabaron, lo que provocó la muerte progresiva de los pasajeros, entre los que había mujeres y niños, relataron los supervivientes.
Finalmente, la patera fue empujada por el mar a tierra, a las costas mauritanas donde los supervivientes fueron atendidos por la guardia costera mauritana y llevados a la Policía de Nuadibú, que tramitará su expulsión a sus países de origen cuando se hayan investigado las circunstancias del suceso.