El Día de la Madre se celebra en España el primer domingo de mayo desde 1965. Aunque nunca se ha declarado oficialmente, tiene un carácter comercial y muy afectivo en Las Islas por el elemento emotivo que conlleva esta fiesta. La evidencia de ello es que desde la semana pasada se hace prácticamente imposible conseguir una reserva para almorzar en un restaurante con terraza de la Isla. Este año, además, la situación se ha complicado ante las exigencias derivadas de la pandemia que mantienen cerrado el interior de los restaurantes y que obligan a las familias a repartirse en dos o más mesas de cuatro miembros para poder disfrutar de la celebración.
Es una fecha familiar en la que se dan muchas circunstancias y un solo sentimiento: El amor más puro que es el que sienten las madres hacia sus hijos y viceversa. Es también un día para recordar a las madres que no están y a los hijos que murieron. Dicen que se trata de un invento comercial, pero lo cierto es que, más allá del detalle, subsiste una fuerte carga de amor que, seguro, hoy rebosará de ternura esas redes sociales que permiten a cada cual expresar y compartir sentimientos con amigos y conocidos.
Este domingo los canarios estaremos con nuestras madres presencialmente o en el pensamiento, pero también llevaremos en nuestros corazones a esa madre que desde hace cinco días está en un sinvivir porque le han quitado lo más preciado de su existencia: a sus dos niñas pequeñas que tanto la necesitan.
Un poco de historia
Pero este día tan querido por todos tiene también su historia, una historia en la que cobran un gran protagonismo los poetas y las mujeres activistas. En el relato de esta fecha a lo largo del tiempo, Canarias y en concreto la Isla de La Palma, tiene su protagonismo, es pionera. El poeta Félix Duarte Pérez lanzó la idea de celebrar un Día de la Madre en su municipio, el de Breña Baja, y la idea fue recogida por la corporación municipal que llevó el tema a sesión plenaria del ayuntamiento en el año 1936. Así, éste pueblo canario se convirtió en el primer municipio de toda España en celebrar el Día de la Madre de forma oficial y anual.
En el resto de España también se suceden los intentos de homenajear a las madres en una fecha determinada. Unos años antes de lo ocurrido en Breña Baja, en 1925, el funcionario de correos y poeta valenciano Julio Menéndez García publicó un Himno a la Madre en un folleto en el que proponía la celebración del Día de la Madre en todos los países de habla hispana. Nunca se produjo la declaración oficial, pero en esa época la iniciativa se adopta a nivel local en distintas fechas; así, por ejemplo, en Madrid se celebra un Día de la Madre el 4 de octubre de 1926, y en Granollers el 6 de mayo de ese mismo año.
En 1939 el Frente de Juventudes del partido único, FET de las JONS, impulsa también la celebración del Día de la Madre coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.
Pero el gran espaldarazo a la fecha llegó en los primeros años sesenta por iniciativa de una cadena de grandes almacenes, Galerías Preciados, que, imitando la costumbre cubana, celebra el Día de la Madre el primer domingo de mayo. En esa época El Corte Inglés, gran competidor de Galerías Preciados, celebraba la fiesta en diciembre.
Las dos fechas, mayo y diciembre, conviven en España hasta 1965 cuando las autoridades eclesiásticas optan por celebrar la fiesta en mayo, dentro del mes consagrado a la Virgen, para recuperar el auténtico carácter de la fiesta de la Inmaculada.
La fiesta procede de la antigua Grecia
Sin embargo, las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.
Más adelante, los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.
Con la llegada del cristianismo se transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre porque se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, por eso los católicos adoptaron esa fecha para la celebración del Día de la Madre.
En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también relacionado con la Virgen, que se denominaba domingo de las Madres. Los niños acudían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas trabajaban para gente acaudalada y no tenían la oportunidad de estar en sus hogares, ese domingo se les daba el día libre para visitar a sus familias.
Fiesta impulsada por mujeres activistas
Sin embargo el origen contemporáneo de esta celebración se remonta a 1865, cuando la poeta y activista Julia Ward Howe, organizó manifestaciones pacíficas y celebraciones religiosas en Boston, en donde participaron madres de familia que fueron víctimas de la Guerra de Secesión.
Ella propuso establecer un día especial como una forma de reconciliar a las partes en conflicto. Por esa misma época, Ann Jarvis, activista de Virginia, viendo el éxito de las convocatorias de Howe, organizó también reuniones, en donde las madres se reunían para intercambiar opiniones sobre distintos temas de actualidad.
Las reuniones por el Día de la Madre continuaron de manera regular durante los siguientes años. Howe continuó trabajando por los derechos de las mujeres y por la paz.
El 12 de mayo de 1905 Ann Jarvis falleció, y su hija, Anna Jarvis, para conmemorar su fallecimiento cada año organizaba un Día de la Madre cada segundo domingo de mayo. En 1907 Jarvis comenzó una activa campaña para que la fecha tuviera un reconocimiento oficial que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos5 tomando como base la demanda de Howe. Jarvis empezó a escribir a personalidades influyentes de la época para que apoyaran su petición y finalmente el reconocimiento oficial llegó en 1914, con la firma del presidente Woodrow Wilson reconociendo oficialmente el Día de la Madre.