La Guardia Civil confirmó esta mañana que la botella de oxígeno y el edredón encontrado en la zona donde se buscan pistas sobre las niñas desaparecidas en Tenerife, pertenecen a Tomás Gimeno.
Tras el hallazgo se comprobó el numero de registro de la botella de buceo, dado que es habitual que quede constancia de su adquisición y de las revisiones periódicas. De esta forma, se confirmó que pertenecía al padre de las niñas Anna y Olivia, de uno y seis años, dado que éste practicaba buceo habitualmente.
María Gámez, directora general de la Guardia Civil, consideró hoy que hay que tener en cuenta la «complejidad» del rastreo, ya que se trata de una zona de búsqueda «amplia» y los objetos se localizaron a unos 1.000 metros de profundidad, razón por la que tuvieron que recurrir al Instituto Español de Oceanografía (IEO) para poder disponer de sus medios de rastreo.
Gracias al hallazgo de estos objetos, Gámez ha confirmado que el ‘Ángeles Alvariño’ continuará con la búsqueda, al menos, hasta el próximo 14 de junio «por si se pudiera localizar algún indicio más que arroje pistas sobre el paradero de las niñas».
El barco ‘Ángeles Alvariño’, del Instituto Español de Oceanografía, equipado con un sonar de barrido lateral y el robot submarino que rescató estos objetos, lleva ya más de una semana rastreando los fondos marinos de Tenerife sin encontrar pista alguna de Gimeno o de sus hijas. En principio se pensaba concluir entre mañana y pasado esta tarea.
El buque ha rastreado en estos días, de manera ininterrumpida, las 24 horas, la zona donde la lancha de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva, a una milla náutica del Puertito de Güímar. En la investigación participan también efectivos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), sumando cada día a más de setenta personas en medios aéreos, marítimos y terrestres en la búsqueda de cualquier pista que lleve a la localización de las pequeñas. .