La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de 30 años de cárcel para un hombre por violar a la hija de su pareja, menor de edad, a la que dejó embarazada en la vivienda en la que convivían en el municipio de La Laguna. El acusado está en prisión provisional comunicada y sin fianza.
El padrastro entró en el dormitorio de la menor y realizó tocamientos mientras se masturbaba, actitud que repitió casi a diario hasta que consumó una agresión sexual con penetración que se repetiría entre dos y tres veces por semana pese a que la menor se negaba.
«No quiero, vete, déjame«, le decía al acusado, y no ejercía más resistencia por miedo a ser agredida y porque él le dirigía frases como «no digas nada porque tu madre no te va a creer, me va a creer a mi».
Tras quedar embarazada, a medida que avanzaba la gestación y ante el temor de que la madre no la fuera a creer, la menor comentó que se había quedado embarazada de un compañero de instituto y a partir del sexto mes, comenzó a dormir con su hermana, también menor, por lo que las agresiones sexuales cesaron.
Un mes después de dar a luz, el hombre, tras amenazar a la menor de que si decía algo le quitaría a su hija, volvió a entrar en la habitación y la agredía sexualmente con penetración una o dos veces a la semana –aunque no eyaculaba en su interior–.
La menor no ejerció resistencia ante las amenazas del acusado y el temor a ser agredida. Finalmente, y meses después, la menor confesó los hechos a su madre, que presentó denuncia ante la Policía Nacional.
La Fiscalía en su informe de cara al juicio que se inicia el próximo lunes, señala que los hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual, con acceso carnal, a menor, por el que pide 15 años de prisión, diez años de libertad vigilada con prohibición de acercarse a la víctima, obligación de participar en programas formativos de educación sexual y una inhabilitación de 20 años para empleos que tengan relación directa con menores.
Además, por el delito continuado de agresión sexual con prevalimiento de relación de parentesco por afinidad, también pide otros 15 años de prisión, diez años de libertad vigilada con prohibición de acercarse a la víctima y obligación de participar en programas formativos de educación sexual.
Asimismo, la Fiscalía solicita que el tercer grado de tratamiento penitenciario no se efectúe hasta el cumplimiento de la mitad de la pena impuesta.