El volcán de La Palma ha destruido hasta el momento 726 construcciones, de las que 605 son viviendas; 58, edificaciones de uso agrícola, y 30 de uso industrial, según los datos del Catastro registrados hasta la tarde de ayer lunes.
Sin embargo, según explicó en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, estas cifras difieren de los registrados por el satélite Copernicus, pues éste complejo sistema europeo detecta cualquier punto que pueda ser una edificación, lo que induce a errores porque al final pueden ser una pérgola, un gallinero en precario, un pajero abandonado, entre otras construcciones.
Los datos aportados hoy por Copernicus hablan de 1.154 construcciones afectadas por la erupción, de las que 1.046 habrían quedado destruidas por la lava y 108 estarían dañadas o en riesgo de colapso.
El satélite señala que las coladas han destruido 420 hectáreas de terreno y calcula que la fajana o delta lávico mide ya 36 hectáreas que se corresponden con el terreno ganado al mar como consecuencia de esta erupción.
Riego agrícola
Por otra parte, La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Aguas, ha mantenido una reunión en la mañana de este martes con el Cabildo Insular de La Palma para coordinar los trabajos de la llegada e instalación de las dos desaladoras portátiles adquiridas por el Ejecutivo regional.
En el encuentro, el consejero, José Antonio Valbuena, y el director general de Aguas, Víctor Navarro, repasaron los detalles de las acciones que se van a desarrollar para abastecer de agua de riego las zonas afectadas junto al presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Zapata, la gerente del Consejo Insular de Aguas, Mercedes Rodríguez y la Consejera de Hacienda y Recursos Humanos del Cabildo, Nayra Castro.
Los equipos harán su llegada al puerto de Santa Cruz de La Palma procedentes de Santa Cruz de Tenerife, en la tarde noche de este martes. El convoy estará formado por un total de cuatro contenedores, dos correspondientes a las dos desaladoras, que cuentan con una longitud de cuarenta pies, y dos contenedores auxiliares de veinte pies. La puesta en marcha de estos equipos permitirá generar agua desalada para dar una respuesta inmediata y de mantenimiento a las plantaciones de plátano afectadas.
De forma paralela, un equipo se encuentra realizando trabajos de adecuación y toma de muestras de agua que servirán para agilizar la instalación y puesta en funcionamiento de las desaladoras, una vez lleguen a Puerto Naos este mismo miércoles.
“En este punto es importante destacar que este tipo de equipamiento necesita meses para su puesta en funcionamiento y ahora mismo estamos trabajando para que en un plazo de siete a diez días puedan estar funcionando”, añadió José Antonio Valbuena.
El conjunto de los trabajos a realizar para la puesta en funcionamiento también incluye las gestiones necesarias para la conexión de los equipos a la red eléctrica; la concreción de la titularidad de los terrenos por los que pasarán las canalizaciones necesarias para llevar el agua desalada desde Puerto Naos hasta la red; la realización de dos cántaras en la playa que permitirán la llegada del agua del mar a las desaladoras; así como la búsqueda y ubicación de los depósitos donde se podrá almacenar el agua.
El consejero del Área, José Antonio Valbuena, aseguró que “estas primeras medidas de emergencia servirán para dar una respuesta rápida a las plantaciones de plátano que se verán afectadas al sur de la colada ya que todas las conexiones existentes han sido destruidas”.
Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica, ha confirmado el flete de un buque cisterna, que se prevé que pueda llegar a la isla la próxima semana.