Tres semanas después del inicio de la construcción de esta aberración turística, el Cabildo de Tenerife ordena su paralización temporal. Parecía que el Cabildo había dejado de lado sus intereses económicos con estas familias de ricos y promotores de la construcción para no perder votos en las próximas elecciones, pero una asociación independiente, llamada la Asociación Patrimonial Tegüico, encontró posibles yacimientos guanches y escritos rupestres que aún no estaban registrados. Con la orden del máximo organismo insular, a partir del 1 de junio la construcción debió detenerse, pero los colectivos ecologistas denuncian que las palas han seguido funcionando a destajo destruyendo todo a su paso en este lugar tan mágico de Tenerife.
Allí, en una zona virgen, a excepción de una veintena de casas pesqueras en la costa, se pretenden construir 450.000 metros cuadrados destinados al turismo de lujo con acceso exclusivo a los propietarios de una playa espectacular y paradisíaca en la costa de Adeje.
Tras la paralización de las obras, el director del proyecto Cuna del Alma, Andrés Muñoz, afirmó en un medio local que había recibido el anuncio de paralización de las obras. Lo que se conoce hasta el momento es que la constructora olvidó enviar el estudio patrimonial al Cabildo. En él debían estar detallados los yacimientos arqueológicos, así como otros espacios de interés patrimonial. Sin embargo, el organismo público no cayó en la falta de este informe hasta que Tegüico envió una denuncia con posibles yacimientos guanches y grabados rupestres en la zona en la que se extiende el macroproyecto.
Estas asociaciones ecologistas también denuncia un trato discriminatorio por las autoridades locales. Según las asociaciones, intentaron poner una denuncia urbanística ante el Ayuntamiento de Adeje sufriendo menosprecio y caso omiso a las quejas de las asociaciones.