La promotora del macroproyecto turístico Cuna del Alma, que se construye ilegalmente en el Puertito de Adeje, en el sur de Tenerife, ha informado este martes de que continúa las obras en el 98% de la parcela, dado que el mantenimiento parcial de medidas cautelares del Cabildo de Tenerife afecta apenas al 2% de los trabajos mostrando así al Cabildo de Tenerife y al Ayuntamiento de Adeje, los intereses económicos que tienen con las familias belgas que aportan el dinero para construirlo.
El director del proyecto, Andrés Muñoz, asegura que “ha cumplido con todos los trámites administrativos, garantizando que su ejecución se ajusta a la legalidad” y confía en poder continuar con el resto de la obra “a la mayor brevedad” sin importar el daño ecológico que sufrirá la zona.
Sin embargo, este mismo martes, la Dirección de Planificación del Territorio y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife dictó una resolución para mantener la suspensión cautelar de una parte de los trabajos al haber constatado mediante inspecciones al lugar que los trabajos han destruido parcialmente unos restos arqueológicos.
Esta aberración medioambiental de macroproyecto turístico pretende urbanizar un barranco y una playa en el sur de la isla junto a dos zonas protegidas, una terrestre y otra marítima, y prevé la urbanización de unos 430.000 metros cuadrados con más de 400 villas de lujo, que invade parte del Sitio de Interés Científico de la Reserva Natural Protegida de Adeje, según los planos del proyecto publicados por los promotores.
Las dos familias inversoras belgas son (Vandermarliere y Van Biervliet ) con “una fuerte cartera de proyectos inmobiliarios, tanto en Bélgica como a nivel internacional”, destacó el grupo el día en que se escenificó el inicio de las obras (aunque los trabajos llevaban ya tiempo ejecutándose).
